“America no puede existir sin separarnos a nosotros mismos de nuestras
identidades.”
La lucha comenzó en 2011, con una lucrativa propuesta de una compañía
Canadiense para acceder a tierras tribales y transportar petróleo crudo
al Golfo de Texas. Dicen que la construcción ayudará a crear trabajos
permanentes, que el dinero dado a los consejos tribales ayudará a
satisfacer las necesidades de las personas. En realidad, esta tubería
creará un desastre ambiental. América nunca puede financiar su propia
estructura, ¿cómo se puede esperar el mantenimiento de una tubería en
las tierras tribales soberanas?
El problema no es sólo la tubería y toda la inmundicia que viene con
ella. El problema es la total violación de nuestros tratados, y la falta
de tratamiento de la auto-determinación y la Declaración de las Naciones
Unidos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Esta tubería pisotea
a los derechos humanos y prueba la ciudadanía de segunda clase que se
les da a todas las naciones tribales, y personas.
Tomen en consideración como todos los portavoces del gobierno se
enfurecen con cualquier violación de cualquier tratado otorgado a
gobiernos extranjeros por el gobierno de Estados Unidos, ¿porqué son tan
rápidos al descartar los derechos que se otorgaron a las naciones
tribales?
Fuimos a la guerra por esos tratados. Si, es 2016 y todos los “indios”
deberían funcionar como Amerikanos regulares, al menos esa es la
retórico. Pero al iniciar un tratado se nos provee reconocimiento, y
estipula acuerdos bilaterales que todas las partes deben honrar. Al
menos, de hecho, que nuestros tratados sean sólo “pedazos de papel”, y
si ese es el caso, Rusia debería pasar por alto las resoluciones de la
ONU con los Estados Unidos y bombear Israel. No es igual? El Artículo 6
de la constitución de los Estados Unidos y la cláusula piloto de 1888
dice lo contrario. Ambos reconocen el poder permanente de todos los
tratados Indígenas y todas las Naciones Indígenas. Sólo porque los
tiempos han cambiado no significa que las palabras también.
El gobierno de los Estados Unidos ha estado empujando a todas las
naciones tribales al genocidio por los últimos 298 años. La pobreza,
agua mala, aire contaminado, desperdicio nuclear, minas abiertas de
uranio, alcoholismo, ninguna infraestructura de trabajo para empezar.
El suicidio entre hombres jóvenes se ha convertido en una epidemia.
Solamente somos endulzados con palabras cuando los trabajadores del
gobierno quieren sentirse bien, luego nos quitan a nuestros hijos, los
llevan al lado del estado y los tiran a la “gente blanca” para que los
civilicen — violando así otra ley federal, la Ley para el Bienestar del
Niño Indígena.
Esta tierra significa más para nosotros que sólo una terreno para todo
el pueblo tribal, igual que en 1848 cuando los Estados Unidos se unieron
a todo Aztlán desde México y construyeron la frontera paramilitar más
grande en el mundo, se esta haciendo mucho para separar a las naciones
tribales de nuestras tierras. En 1973 peleamos y morimos por nuestra
tierra. Si es necesario, marquen mis palabras, nos levantaremos y
pelearemos de nuevo. Esta tierra es nuestra identidad. Tiene la sangre
de nuestros ancestros, y la tubería matará a nuestra gente.