Prisiones usando a agentes para descubrir a prisioneros activos

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[Spanish] [Washington] [ULK Issue 15]
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Prisiones usando a agentes para descubrir a prisioneros activos

El estar confinado en este nuevo milenio me ha llevado a preguntarme a cerca de la inteligencia de los prisioneros que reciben beneficios del robo, la apropiación y las acciones criminales de aquellos encargados de hacer cumplir las leyes, normas y regulaciones. Aquí hay prisioneros que aceptan de los funcionarios de prisiones, revistas, libros y otros artículos de valor que pertenecen a otros prisioneros y sonríen y carcajean maliciosamente diciendo que aparecieron. Básicamente a expensas de otro prisionero. Es la misma vieja práctica utilizada con los presos desprevenidos una y otra vez para la ejecución del derecho. Son vistos como potenciales fuentes de información, los usan hasta que no sirven y los tiran de vuelta a los leones con el divertimiento acostumbrado.

Por más que lo intento, no puedo entender por qué un prisionero se sale de su camino para proporcionar a los vigilantes y oficiales de prisiones información que implica que ese prisionero sea miembro o esté asociado con una banda organizada de la prisión, de la calle u otro grupo perjudicial, y que automáticamente supone atención especializada y consideraciones acerca de su ubicación, que podrían incluir permanecer confinado indefinidamente en una Unidad de Máxima Seguridad hasta que ese individuo delata a sus compañeros, muere o sale bajo libertad condicional, sin embargo parece haber una nueva aceptación de todo esto.

Me hace gracia cuando veo a alguno de esos personajes jactándose y fanfarroneando de estar respaldados por las autoridades por ser miembros de una banda, mientras se aseguran de preguntar a otros, normalmente aprovechando la presencia de los “trajes de pepino”: “¿estás activo?”. Es como si el nuevo concepto de sistema penal no se tratase sólo de chismorrear a cerca de uno mismo, sino también de engañar a los demás para que chismorreen de sí mismos. Es como si el agente instigador de prisiones haya ganado aceptación y un simbolismo de nuevo estatus.

Cuando me preguntan si estoy activo, tengo que preguntar: “activo en qué?”, pues como ocurre con muchos otros conceptos del idioma inglés, se ha reducido a significar sólo una cosa para el idiotizado prisionero, pero en realidad significa algo significativamente más oneroso para los guardias. Y no es un secreto, pero muchos de los habitantes de la prisión tienen todavía que entender o darse cuenta de la importancia de estos conceptos e ideas que están siendo entretejidas en la estructura social de la fábrica de la prisión, forzando a muchos hombres de verdad a adoptar posiciones anti-sociales para permanecer lejos de la crucifixión.

No me pierdo demasiado, siendo un común habitante de la prisión con conciencia. Sin embargo he notado que hay demasiados idiotas que son aduladores de un antiguo concepto que ha mutado y se ha transformado en algo realmente malévolo. Uno tiene que volver a la idea número uno de “no confiar en nadie” con algo de alguna importancia. Aquellos que son de verdad uno puede adivinarlo, y aquellos que no, terminarán por descubrirse a sí mismos. Concienciaos a vosotros mismos y prestad atención, es todo lo que puedo aconsejaros en esta trampa del CDCR (siglas para el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California), en la que muchos no consideran la realidad de la lucha, y en su lugar practican la aceptación.

En lucha y solidaridad,

John Q. Convicto

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