Sobre qué base debe descansar nuestra política? Debe descansar en nuestra propia fuerza, y eso significa robustecernos mediante nuestros propios esfuerzos. No estamos solos; todos los países y pueblos del mundo que se oponen al imperialismo son nuestros amigos. Sin embargo, hacemos hincapié en apoyarnos en nuestros propios esfuerzos. Apoyándonos en las fuerzas que nosotros mismos organicemos, podemos derrotar a todos los reaccionarios chinos y extranjeros.
La situación y nuestra política después de la victoria
en la Guerra de Resistencia contra el Japón (13 de agosto de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.
Somos partidarios de apoyarnos en nuestros propios esfuerzos. Esperamos obtener ayuda extranjera, pero no debemos depender de alla. Confiamos en nuestros propios esfuerzos, en el poder creador de todo el ejército y de todo el pueblo.
Aprendamos a hacer el trabajo económico (10 de enero de 1945),
Obras Escogidas, tomo III.
Triunfar en todo el país es sólo el primer paso de una gran marcha de diez mil li. (...) La revolución china es grandiosa, pero después de la revolución, el camino será aún más largo y nuestra tarea aún más grandiosa y ardua. Es éste un punto que hay que explicar desde ahora en el Partido, para que los camaradas sigan siendo modestos, prudentes y libres de arrogancia y precipitación en su estilo de trabajo, y perseveren en su estilo de vida sencilla y lucha dura.
Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido
en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China. (5 de marzo de
1949), Obras Escogidas, t. IV.
Hay que eliminar por completo toda idea existente entre nuestros cuadros de lograr victorias fáciles por obra de la buena suerte, sin una lucha dura y acerba, sin sudor y sangre.
Crear sólidas bases de apoyo en el Nordeste (28 de diciembre de
1945), Obras Escogidas, t. IV.
Debemos realizar entre el pueblo una propaganda constante sobre los progresos del mundo y su futuro luminoso, para que adquiera confianza en la victoria.
Al mismo tiempo, debemos hacer saber al pueblo y a los camaradas que nuestro camino es zigzagueante. Hay todavía muchos obstáculos y dificultades a lo largo del camino de la revolución. El VII Congreso de nuestro Partido supuso que las dificultades serian muchas, porque preferimos suponer más dificultades de las que pudieran surgir. A algunos camaradas no les gusta pensar mucho en las dificultades. Pero las dificultades son una realidad, debemos reconocer cuantas haya, y no adoptar una política de no reconocimiento. Debemos reconocer las dificultades, analizarlas y combatirlas. No existen caminos rectos en el mundo; debemos estar preparados para seguir un camino zigzagueante y no tratar de conseguir las cosas a bajo precio. No hay que imaginar que una buena mañana todos los reaccionarios caerán de rodillas por propia voluntad. En una palabra, las perspectivas son luminosas, pero el camino es zigzagueante. Aún tenemos ante nosotros muchas dificultades, que no debemos pasar por alto. Uniéndonos con todo el pueblo en un esfuerzo común, podremos sin duda alguna vencer todas las dificultades y lograr la victoria.
Sobre las negociaciones de Chungching (17 de octubre de 1915), Obras
Escogidas, t. IV.
Quien ve sólo el aspecto brillante, sin ver las dificultades, no puede luchar eficazmente por el cumplimiento de las tareas del Partido.
Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas,
t. III.
La riqueza de la sociedad es creada por los obreros, campesinos e intelectuales trabajadores. Si ellos toman su destino en sus propias manos, siguen una línea marxista-leninista y, en vez de eludir los problemas, adoptan una actitud dinámica para resolverlos, no habrá en el mundo dificultad insuperable para ellos.
Nota de introducción al artículo El secretario del Partido
toma la dirección y todos los miembros del Partido ayudan a administrar
las cooperativas (1955), El auge socialista en el campo chino.
Todos los miembros del Partido deben tener plenamente en cuenta todo esto y estar preparados para vencer sistemáticamente toda dificultad con una voluntad indomable. Las fuerzas reaccionarias tienen sus dificultades, y nosotros, las nuestras. Pero las dificultades dé las fuerzas reaccionarias son insuperables, porque son fuerzas moribundas, sin porvenir. Nuestras dificultades pueden ser vencidas porque somos una fuerza naciente y con un brillante futuro.
Saludemos el nuevo ascenso de la revolución china (1 de febrero
de 1947), Obras Escogidas, t. IV.
En tiempos difíciles, debemos ver nuestros éxitos, ver nuestra brillante perspectiva y aumentar nuestro coraje.
Servir al pueblo (8 de septiembre de 1944), Obras Escogidas t. III.
Toda cosa nueva experimenta dificultades y reveses en su crecimiento. Sueña quien crea que el socialismo es como coser y cantar, empresa de éxito fácil en la que no se tropieza con dificultades ni se sufren reveses ni se requieren inmensos esfuerzos.
Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957).
En ciertas épocas de la lucha revolucionaria, las dificultades prevalecen sobre las condiciones favorables y constituyen, entonces, el aspecto principal de la contradicción mientras las condiciones favorables forman el aspecto secundario. Sin embargo, los revolucionarios pueden, mediante sus esfuerzos, superar gradualmente las dificultades y crear una situación nueva, favorable; así, una situación difícil cede su lugar a una situación favorable.
Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t I.
Qué significa trabajar? Trabajar significa luchar. En esos lugares, hay dificultades y problemas que debemos vencer y resolver. Vamos allí a trabajar y luchar para vencer esas dificultades. Buen camarada es quien está más ansioso de ir allí donde las dificultades son mayores.
Sobre las negociaciones de Chungching (17 de octubre de 1945), Obras
Escogidas, tomo IV.
Hay una antigua fábula china llamada El Viejo Tonto que removió las montañas. Cuenta que hace mucho tiempo vivía en el Norte de China un anciano conocido como el Viejo Tonto de las montañas del Norte. Su casa miraba al Sur y frente a ella, obstruyendo la pasada, se alzaban dos grandes montañas: Taijang y Wangwu. El Viejo Tonto tomó la decisión de llevar a sus hijos a remover con azadones las dos montañas. Otro anciano, conocido como el Viejo Sabio, los vio y dijo riéndose: Qué tontería! Es absolutamente imposible que vosotros, tan poca gente, logréis remover montañas tan grandes. El Viejo Tonto respondió: Después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos mueran, quedarán mis nietos, y luego sus hijos y los hijos de sus hijos, y así indefinidamente. Aunque son muy altas, estas montañas no crecen y cada pedazo que les sacamos las hace más pequeñas. Por qué no vamos a poder removerlas? Después de refutar la idea errónea del Viejo Sabio, siguió cavando día tras día, sin cejar en su decisión. Dios, conmovido ante esto, envió a la tierra dos ángeles, que se llevaron a cuestas ambas montañas. Hoy, sobre el pueblo chino pesan dos grandes montañas, una se llama imperialismo y la otra, feudalismo. El Partido Comunista de China hace tiempo que decidió eliminarlas. Debemos perseverar en nuestra decisión y trabajar sin cesar; también nosotros conmoveremos a Dios. Nuestro Dios no es otro que las masas populares de China. Si ellas se alzan y cavan junto con nosotros, por qué no vamos a poder eliminar esas montañas?
El Viejo Tonto que removió las montañas (11 de junio de 1945), Obras Escogidas, tomo III.