El pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia mundial.
Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas,
t. III.
Las masas son los verdaderos héroes, en tanto que nosotros somos a menudo pueriles y ridículos; sin comprender esto, no podremos adquirir ni los conocimientos más elementales.
Prefacio y epílogo a 'Investigación rural' (marzo y abril
de 1941), Obras Escogidas, tomo III.
Las masas populares poseen un poder creador ilimitado. Pueden organizarse y dirigir sus esfuerzos hacia los lugares y sectores de trabajo donde puedan poner en pleno juego su energía; pueden dirigir sus esfuerzos, tanto en extensión como en profundidad , hacia la producción y crear para sí un creciente número de instituciones de bienestar.
Nota de introducción al articulo El excedente de mano de obra
ha encontrado una salida (1955), El auge socialista en el campo chino.
El actual ascenso del movimiento campesino es un acontecimiento grandioso. Dentro de poco, centenares de millones de campesinos en las provincias del centro, el Sur y el Norte de China se levantarán como una tempestad, un huracán, una fuerza tan impetuosa y violenta que nada, por poderoso que sea, podrá contener. Romperán todas las trabas y se lanzarán por el camino de la liberación. Sepultarán a todos los imperialistas, caudillos militares, funcionarios corruptos, déspotas locales y shenshi malvados*. Todos los partidos y camaradas revolucionarios serán sometidos a prueba ante los campesinos y tendrán que decidir a qué lado colocarse. Hay tres alternativas. Ponerse al frente de ellos y dirigirlos? Quedarse a su zaga gesticulando y criticando? Salirles al paso y combatirlos? Cada chino es libre de optar entre estas tres alternativas, pero los acontecimientos le obligarán a elegir rápidamente.
[* Los déspotas locales y los shenshi malvados eran los terratenientes campesinos ricos, funcionarios retirados u hombres ricos en la vieja sociedad china quienes, aprovechándose de su influencia y poder, hacían y deshacían a su antojo en el campo o la ciudad.. Como representantes políticos de la clase terrateniente en las localidades controlaban el Poder local y manejaban los pleitos judiciales, se entregaban a la corrupción y llevaban una vida disoluta, cometían toda clase de fechorías y oprimían cruelmente al pueblo.]
Informe sobre la investigación del movimiento campesino en Junán
(marzo de 1927). Obras Escogidas. t. I.
El auge de la transformación social en el campo, de la cooperativización agrícola, se observa ya en algunas zonas y pronto se extenderá a todo el país. Se trata de un vasto movimiento revolucionario socialista que abarca a más de quinientos millones de habitantes rurales, movimiento de singular importancia mundial. Debemos dirigirlo de manera activa, entusiasta y sistemática, y no hacerlo retroceder por un medio u otro. En el curso del movimiento se producen inevitablemente ciertas desviaciones, lo cual es comprensible, y no será difícil corregirlas. Los defectos o errores que se observen entre los cuadros y los campesinos, pueden ser superados o subsanados por ellos si les brindamos una ayuda activa.
Sobre el problema de la cooperativización agrícola (31
de julio de 1955).
Existe latente en las masas un entusiasmo inagotable por el socialismo. Los que sólo saben seguir los caminos rutinarios aun en un periodo revolucionario, son absolutamente incapaces de percibir este entusiasmo. Están ciegos, todo es tinieblas delante suyo. A veces llegan hasta llamar erróneo a lo justo y confundir lo negro con lo blanco. Acaso son pocas las personas de este tipo con que nos hemos encontrado? Los que sólo saben seguir los caminos trillados subestiman invariablemente el entusiasmo del pueblo. Cuando aparece una cosa nueva, la desaprueban y se precipitan a combatirla para admitir más tarde su derrota y hacerse un poco de autocrítica. Pero, ante la próxima cosa nueva, repiten de punta a cabo el mismo proceso. Esta es su manera de actuar frente a toda cosa nueva. Tales personas se ven siempre en la pasividad, nunca avanzan en los momentos críticos, y siempre hay que propinarles un fuerte empujón para que den un paso adelante.
Nota de introducción al articulo Este cantón consumó
la cooperativización en dos años (1955). El auge socialista
en el campo chino.
Durante más de veinte años, nuestro Partido ha llevado adelante diariamente el trabajo de masas, y desde hace más de diez años, viene hablando a diario de la línea de masas. Siempre hemos sostenido que la revolución debe apoyarse en las masas populares y contar con la participación de todos, y nos hemos opuesto a que se confíe sólo en unas cuantas personas que dictan órdenes. Sin embargo, algunos camaradas todavía no aplican a fondo la línea de masas en su trabajo; todavía se apoyan sólo en unas pocas personas y trabajan en un frío y quieto aislamiento. Una de las razones es que, cualquier cosa que hagan, nunca se muestran dispuestos a explicarla a los que ellos dirigen, y no saben cómo despertar su iniciativa y energía creadora. Subjetivamente, quieren que todos participen en el trabajo, pero no les dan a conocer lo que deben hacer ni la forma de hacerlo. De esta manera, cómo puede esperarse que todos se pongan en movimiento y que las cosas se hagan bien? Para resolver este problema, lo esencial es, naturalmente, llevar a cabo una educación ideológica en el espíritu de la línea de mesas; al mismo tiempo, es necesario enseñar a esos camaradas muchos métodos concretes de trabajo.
Charla a Los redactores del Diario de Shansí-Suiyuán (2
de abril de 1948). Obras Escogidas, t. IV.
La experiencia de los últimos veinticuatro años nos demuestra que toda tarea, política y estilo de trabajo correctos responden a las demandas de las masas en un tiempo y lugar determinados y nos unen con ellas, y que toda tarea, política y estilo de trabajo incorrectos van en contra de las demandas de las masas en determinado tiempo y lugar y nos apartan de ellas. Enfermedades tales como el dogmatismo, el empirismo, el autoritarismo, el seguidismo, el sectarismo, el burocratismo y la arrogancia en el trabajo son indefectiblemente perjudiciales e intolerables y toda persona que las padezca tiene que superarlas, porque ellas nos alejan de las masas.
Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas,
t. III.
Para mantenernos vinculados con las masas, debemos actuar de acuerdo con sus necesidades y deseos. En todo trabajo que se realice para las masas, se requiere partir de sus necesidades y no del buen deseo de un individuo. Sucede con frecuencia que objetivamente las masas necesitan un cambio determinado, pero que subjetivamente no tienen todavía conciencia de esa necesidad y no están dispuestas o decididas a realizarlo. En tales circunstancias, debemos esperar con paciencia. No debemos realizar el cambio hasta que, por efecto de nuestro trabajo, la mayor parte de las masas haya adquirido conciencia de la necesidad de ese cambio y tenga el deseo y la decisión de hacerlo. De otro modo, nos aislaremos de las masas. Todo trabajo que requiera la participación de las masas resultará ser una mera formalidad y terminará en el fracaso si las masas no están conscientes de la necesidad de ese trabajo ni se muestran dispuestas a participar en él. (...) He aquí dos principios: uno es las necesidades reales de las masas, y no necesidades imaginadas par nosotros, y el otro, el deseo de las masas y la decisión que toman ellas mismas y no la que tomemos nosotros en su lugar.
El frente único en el trabajo cultural (30 de octubre de 1944)
Obras Escogidas. t. III.
Nuestro Congreso debe llamar a todo el Partido a mantenerse vigilante y velar porque ningún camarada en ningún puesto de trabajo se aparte de las masas. Es necesario enseñar a cada camarada a amar a las masas populares y escucharlas atentamente; a identificarse con las masas dondequiera que se encuentre y, en lugar de situarse por encima, sumergirse en ellas; a despertar a las masas y elevar su conciencia política de acuerdo con su nivel del momento, y ayudarlas, ciñéndose al principio de plena voluntariedad, a organizarse gradualmente y a desplegar paso a paso todas las luchas necesarias que permitan las condiciones internas y externas en un tiempo y lugar determinados.
Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas,
t. III.
Si tratáramos de pasar a la ofensiva cuando las masas aún no despiertan, esto seria aventurerismo. Si insistiéramos en conducir a las masas a hacer algo contra su voluntad, iríamos inevitablemente al fracaso. Si no avanzáramos cuando las masas exigen avanzar, esto seria oportunismo de derecha.
Charla a los redactores del Diario de Shansí-Suiyuán (2
de abril de 1943), Obras Escogidas. t. IV.
El autoritarismo es erróneo en cualquier tipo de trabajo, porque actúa por sobre el nivel de conciencia política de las masas y viola el principio de voluntariedad, reflejando el mal de la precipitación. Nuestros camaradas no deben dar por sentado que lo que ellos comprenden también es comprendido por las masas. Para saber si las masas lo comprenden y están dispuestas a actuar, debemos ir a investigar en media de ellas. Actuando así, podremos evitar el autoritarismo. También es erróneo el seguidismo en cualquier tipo de trabajo, porque significa rezagarse del nivel de conciencia política de las masas y violar el principio dé dirigirlas en su avance, reflejando el mal de la lentitud. Nuestros camaradas no deben suponer que las masas se nos adelantan y están ansiosas de avanzar, mientras que nuestros camaradas son incapaces de actuar como dirigentes de las masas y, reflejando las opiniones de ciertos elementos atrasados y considerándolas equivocadamente como si fueran de las masas, se convierten en cola de esos elementos.
Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas,
t. III.
Resumir las ideas de las masas y llevarlas luego a las masas para que éstas perseveren en ellas y las traduzcan en acción, y, de esta manera, formular ideas correctas de dirección: tal es el método fundamental de dirección.
Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección (1. de
junio de 1943), Obras Escogidas, t. III.
En todo el trabajo práctico de nuestro Partido, toda dirección justa es necesariamente de las masas, a las masas. Esto significa: recorrer las ideas (dispersas y no sistemáticas) de las masas y resumirlas (transformarlas en ideas sintetizadas y sistematizadas mediante el estudio) para luego llevarlas a las masas, propagarlas y explicarlas, de moda que las masas se apropien de ellas, perseveren en ellas y las traduzcan en acción; al mismo tiempo, comprobar en la acción la justeza de esas ideas; luego, volver a resumir las ideas de las masas y a llevarlas a las masas para que perseveren en ellas. Esto se repite infinitamente, y las ideas se tornan coda vez más justas, más vivas y más ricos de contenido. Tal es la teoría marxista del conocimiento.
Ibíd.
Debemos ir a las masas, aprender de ellas, sintetizar sus experiencias y deducir de éstas principios y métodos aún mejores y sistemáticos y, luego, explicarlos a las masas (hacer propaganda entre ellas) y llamarlas a ponerlos en práctica para resolver sus problemas y alcanzar la liberación y la felicidad.
Organicémonos (29 de noviembre de 1943), Obras Escogidas, t.
III.
En nuestros organismos dirigentes de algunos lugares, hay quienes creen que basta con que los dirigentes conozcan la política del Partido y que no hay necesidad de darla a conocer a las masas. Esta es una de las rezones fundamentales por la cual parte de nuestra labor no ha podido realizarse bien.
Charla a los redactores del Diario de Shansi-Suiyuán (2 de abril
de 1948), Obras Escogidas, t. IV.
En todo movimiento de masas, debemos hacer una investigación y un análisis básicos del número de los partidarios activos, de los opositores y de los que mantienen una posición intermedia, y no tomar decisiones sin fundamento ni de manera subjetiva.
Métodos de trabajo de los comités del Partido (13 de marzo
de 1949), Obras Escogidas, t. IV.
En cualquier lugar, las masas están integradas, en general, por tres categorías de personas: las relativamente activas, las intermedias y las relativamente atrasadas. Por eso, los dirigentes deben saber unir al pequeño número de activistas en torno a la dirección y, apoyándose en ellos, elevar el entusiasmo de los elementos intermedios y ganarse a los atrasados.
Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección (1. de
junio de 1943), Obras Escogidas, t. III.
Saber convertir la política del Partido en acción de las masas, saber conseguir que no sólo los cuadros dirigentes sino también las grandes masas conozcan y dominen cada movimiento y cada lucha que emprendamos: éste es un arte de dirección marxista-leninista. Es también lo que permite determinar si cometemos o no errores en nuestra labor.
Charla a los redactores del Diario de Shansí-Suiyuán' (2
de abril de 1948), Obras Escogidas, t. IV.
Por activo que se muestre el grupo dirigente, su actividad no pasará de ser el infructuoso esfuerzo de un puñado de personas, a menos que sea combinada con la actividad de las masas. Por otra parte, la actividad de las masas, sin un firma grupo dirigente que la organice en forma apropiada, no puede mantenerse mucho tiempo, ni desarrollarse en una dirección justa ni elevarse a un nivel más alto.
Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección (1. de
junio de 1943), Obras Escogidas, t. III.
La producción de las masas, sus intereses, sus experiencias y su estado de ánimo: todo esto debe ser objeto de la constante atención de los cuadros dirigentes.
Inscripción para la exposición de producción auspiciada
par los organismos subordinados directamente al Comité Central del
Partido Comunista de China y a su Comisión Militar, Jiefang Ribao
de Yenán, 24 de noviembre de 1943.
Debemos prestar profunda atención a los problemas relativos a la vida de las masas, desde los problemas de la tierra y el trabajo hasta los del combustible, el arroz el aceite y la sol. (...) Todos estos problemas relativos a la vida de las masas deben figurar en nuestro orden del día. Es preciso discutirlos y adoptar decisiones sobre ellos, ponerlas en práctica y verificar sus resultados. Debemos ayudar a las masas a comprender que nos otros representamos sus intereses y vivimos la misma vida que ellas. Debemos ayudarlas a que, partiendo de estas cosas, lleguen a la comprensión de las tareas aún más elevadas que hemos planteado, las de la guerra revolucionaria, de manera que apoyen la revolución, la extiendan por todo el país y, respondiendo a nuestros llamamientos políticos, luchan hasta el fin por la victoria de la revolución.
Preocupémonos por el bienestar de las masas, prestemos atención a nuestros métodos de trabajo (27 de enero de 1934), Obras Escogidas, t. I.