Movimiento Maoísta Internacionalista (MIM)
Por el MIM. Traducido por Células de Estudio para la Liberación de Aztlán y América Latina
La mayor parte del pueblo estadounidense respaldando los esfuerzos bélicos de los EE.UU. se encontraba a la espera de cargos “de traición” contra John Walker Lindh, un talibán americano de 20 aňos de edad que había sido capturado en Afganistán. Sin embargo, el 24 de enero Walker Lindh se presentó ante una corte en el edo. de Virginia en Alexandría para enfrentar cargos “de conspiración para cometer asesinato”, lo cual representa una señal de que la clase gobernante yanqui esquivaba el asunto de la guerra. (1)
De alguna manera, las evaciones de la clase dominante ha sido consistente. Jamás ha declarado guerra en contra de Afganistán u otro país después del 11 de septiembre. Por consiguiente, el gobierno estadounidense ha fallado otorgar el estatus de prisioneros de guerra a los prisioneros capturados en Afganistán; además acaba de denunciar a Walker por un crimen común y corriente que tiende a despistar a los yanquis.
Ustedes se acordarán que John Lindh es un ciudadano americano capturado, amenazado e interrogado por la CIA en Afganistán mientras que supuestamente estaba luchando de lado del Talibán. La ingenuidad del pueblo americano no podía haberse manifestado de una manera más clara. A nuestros lectores que creen que es John Walker Lindh y no Bush y Clinton el que debería parar en la cárcel, les hacemos las siguientes preguntas.
Preguntas al público americano en torno al caso Walker
1) En cuanto a la “traición”, ¿es posible que un presidente y sus aliados emprendan acciones que justifiquen los cargos “de traición” contra ellos? ¿Sabía Ud que Colin Powell había proporcionado millones de dólares en ayuda al régimen de Talibán denominándolo al mismo tiempo “terrorista”? ¿Sabía Ud que la CIA tuvo una reunión con Osama bin Laden en julio de 2001? ¿Sabía Ud que la CIA entrenó y armó a Osama bin Laden? ¿Sabe Ud que los funcionarios estadounidenses en Arabia Saudita a cargo de visados han dicho que el gobierno estadounidense había otorgado visados a terroristas famosos aliados de bin Laden?
Algunos de ustedes responderán que el gobierno estadounidense estaba tratando de “influenciar” al-Qaida y el Talibán sobornándolos, por ejemplo, para que no cultiven opio. Si eso fuera cierto, ¿acaso John Lindh no merece la misma aserción? Otra pregunta aún más importante: ¿existe alguna posibilidad de que reconozcan ustedes el hecho de que el presidente de Estados Unidos sobrepuso a sus compaňeros del negocio petrolero ante las vidas americanas, y, por lo tanto, ha sido un traidor, o es que una traición no se le aplica más que a gente común?
2) ¿Porqué el gobierno estadounidense haría algo así? Algunos de ustedes se preguntarán porqué el gobierno estadounidense otorgaría visados a terroristas famosos. El FBI dice que en ciertas ocasiones han sido casos de “inflitración”. Al gobierno jamás le faltan excusas: si niega visados a terroristas famosos, es porque el gobierno “está cumpliendo con sus obligaciones”. Si proporciona ayuda a terroristas famosos, es porque unos funcionarios gubernamentales están “inflitrando”. El público debería preguntarse si nuevamente se están dejando llevar por argumentos parasíticos, al igual que en los casos de Watergate y Vietnam. Lo que el gobierno jámas reconocerá es que ha estado negociando tratados petrolíficos con el Talibán y que este tipo de tratados tienen más importancia que la necesidad de reducir el riesgo de ataques terroristas.
La clase dominante estadounidense está dispuesta a poner bajo riesgo vidas humanas, incluyendo vidas de gente americana con fin de obtener tratados lucrativos. Se trata de eso y de una insana facción de la clase gobernante que respalda a Israel y que está dispuesta a iniciar una guerra contra el mundo islámico entero. La clase gobernante se permite poner bajo riesgo las vidas de gente americana, subordinándolas a negociaciones con sus lacayos en Arabia Saudita, el Medio Oriente, así como con terroristas que se instalan en el poder gracias al apoyo del Tío Sam con fin de crear un clima de negocios favorable.
El MIM sostiene que los que buscan tomar medidas en contra de Osama bin Laden, deberían liquidar la CIA, no otorgarle más poder como pide el gobierno para que vaya enfrentando a gente como él. Esto es pura lógica. Ha sido la CIA la que apoyó a gente “desagradable” que acabó creando problemas. Ahora, gracias a la extrema pobreza y la hipocresía del gobierno estadounidense y la CIA, Osama bin Laden se ha convertido en un héroe para un gran número del proletariado internacional.
3) Algunos dirán que un presidente no puede fallar, de ahí la situación en la que estamos y no es nada malo. Aunque esta postura es consistente, no constituye una “ley de derecho” aplicable tanto a Walker, como a Bush. A los que respaldan esta postura no les importaría vivir bajo una dictadura personal de Bush.
4) Con respecto a la “conspiración para cometer asesinato”, ¿quién conspiraba para asesinar a quién? John Walker Lindh llegó a Afganistán mucho antes del 11 de septiembre. La ley de derecho significa que las leyes se aplican de una forma igual. Bush mandó las fuerzas armadas para que asesinaran a John Lindh. Lindh no se esforzó demasiado para matar a gente americana, y aun si fue parte de la oposición, es porque tenía el derecho de autodefensa.
Desconocemos el propósito del viaje de Walker a Afganistán, pero sí sabemos que los abogados llevando el caso de Walker podrían hacerle un gran favor al público mediante una investigación del gobierno estadounidense en busca de defensas de Walker en torno a las cuestiones sobre la “protección igual de la ley”, “autodefensa” y, sobre todo, cualquier relación del gobierno estadounidense a los sucesos del 11 de septiembre. El MIM sostiene que en caso de que se negocie la imputación de cargos en el proceso de Walker, será porque los abogados de Walker habrán renunciado su investigación a cambio de una condena más ligera.
Los que están a favor del argumento que el que participó en la conspiración fue Walker y no Bush y las fuerzas armadas estadounidenses, debería abogar por una “declaración de guerra” en vez de aferrarse a ambas posturas. En caso contrario, Walker tiene igual derecho a autodefensa que los marinos estadounidenses. De hecho, ya que Walker ya se encontraba en Afganistán y las Fuerzas Especiales tuvieron que viajar para atacarlo, su declaración de inocencia de los cargos de “conspiración para cometer asesinato” es más viable que la de las Fuerzas Especiales.
Ashcroft no está cumpliendo su trabajo de una manera apropiada al acusarle a Walker de “conspiración para cometer asesinato”. El culpable de dichos cargos es Bush, un hecho del cual Ashcroft, siendo representante oficial de Bush, está consciente.
Con respecto a prisioneros de guerra
Entretanto, casi el mundo entero se ha unido para condemnar los EE.UU. por su negación de otorgar el estatus de “prisioneros de guerra” a los talibanes capturados en Afganistán. Si bien es cierto que el gobierno estadounidense jamás ha declarado “guerra”, lo cual fue una decisión consciente de enfrentar una serie de dificultades legales dentro del país, los tratados firmados por el gobierno estadounidense siguen vigentes y deberían respaldarse. El tratado de 1949 denominado “Convenio de Genoa” sostiene que en caso de una disputa, un tribunal independiente debe decidir quién califica como Prisionero de Guerra y quién no, no el gobierno estadounidense. (2)
A pesar de la liberación de Cuba a través de la revolución cubana, el pueblo cubano no han logrado liberar la Bahía de Guantánamo. El gobierno estadounidense trasladó a los detenidos de Al-Qaida y el Talibán al Campo Rayo-X en la Bahía de Guantánamo porque la Bahía de Guantánamo es una colonia yanqui, en donde la gente no tiene derechos legales conforme los estandars de los EE.UU. (3) Los únicos derechos son los que se proporcionan por tratados internacionales. El MIM instiga a poner en marcha todo tipo de denuncias internacionales de la postura de EE.UU. frente a la cuestión de guerra y crimen. La conciencia política de los yanquis no está demasiada desarrollada como para analizar estas cuestiones de una forma objectiva.
Un periódico espaňol ha denunciado “la tortura” yanqui, mientras que varios periódicos británicos han denunciado su “brutalidad”. (4) El Periódico The St. Petersburg Times de Florida por lo menos ha tenido el coraje de decir que a los prisioneros talibanes se les debería otorgarse el estatus de prisioneros de guerra.
La guerra y los yanquis desde una perspectiva internacional
Como el MIM ha indicado anteriormente, todos los países entrevistados, excepto India e Israel, se expresaron a favor de negociaciones entre EE.UU. y Afganistán, y en contra de una guerra. (5)
Al contrario, el público yanqui masculino entre 18 y 34 aňos de edad escogió nakednews.com (un noticiero Internet con presentadores desnudos) como su fuente principal de noticias antes del 11 de septiembre. Sin embargo, los yanquis creen que saben bastante sobre Afganistán, la política “anti- terrorista” llevada a cabo por su gobierno, así como la relación entre la CIA y Osama bin Laden, y la ley que justifica los cargos de “traición” contra John Lindh. En la opinión de nuestros camaradas del MIM, el entendimiento pornográfico de la política por parte del público americano es una broma de muy mal gusto.
Apuntes:
1. http://www.cnn.com/2002/LAW/01/24/walker.court/index.html
2. http://www.cnn.com/2002/US/01/22/ret.guantanamo.detainees/index.html
3. http://news.bbc.co.uk/hi/english/world/americas/newsid_1777000/1777033.stm
4. http://www.sptimes.com/2002/01/24/Opinion/Life_at_Guantanamo.shtml
5. http://www.prisoncensorship.info/archive/etext/mn/sept112001/text.php?
mimfile=gallupinternational.txt
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